En el tema de las adicciones (independientemente del tipo) hay consecuencias que involucran la salud física y psicológica, así como las relaciones sociales e incluso problemas legales.

Como revisamos en el capítulo 2 existen consecuencias en la salud física de las personas que padecen cualquier adicción; éstas van de enfermedades tratables o curables, deterioro corporal (pérdida de movimiento o de habilidades) a enfermedades graves como cáncer, accidentes e incluso perder la vida.

También se presentan alteraciones psiquiátricas que duran mientras tienen efecto las sustancias que consumen (tanto legales como ilegales). Y, con el paso del tiempo, el consumo altera el buen funcionamiento del cerebro y por lo tanto, el daño se vuelve irreversible.

Es importante mencionar, que la mayoría de la gente que padece de alguna adicción tiene periodos de recaídas constantes, esto quiere decir que dejan de consumir o tener comportamientos adictivos, pero después de un tiempo lo vuelven a hacer. Estas recaídas provocan problemas entre el enfermo y su familia.

En relación con la salud psicológica, las personas que padecen de alguna adicción tienen estados de ánimo cambiantes: en ocasiones se sienten tristes, culpables, con baja autoestima e incapaces de salir adelante; en otros momentos se ponen agresivos o violentos, están irritables y también pueden pasar por periodos en los que se alejan de las sustancias.

Así como tienen problemas con familiares, las personas adictas también tienen problemas en la escuela (con maestros, compañeros o autoridades escolares), en su trabajo, con vecinos o con cualquier otra persona cercana.

Finalmente, es común que las personas adictas roben para conseguir alguna sustancia prohibida, que sufran accidentes debido a su consumo o tener dificultades con autoridades como la policía. Cuando esto sucede, lo más probable es que terminen en la cárcel.